Actividad física

¿ Cómo mantenerse activo ?

Una forma de incorporar el ejercicio físico a su rutina diaria es establecer objetivos adecuados. Estos tendrán un gran impacto en su motivación.

Para la mayoría de las personas, aumentar su actividad física es un verdadero desafío. Por lo tanto, puede ser difícil obtener resultados satisfactorios de inmediato. Si este es su caso, fijarse objetivos concretos y medibles puede ayudar a reforzar su comportamiento de manera positiva.

Establezca objetivos muy concretos
Definir objetivos específicos le ayudará a alcanzarlos. Los objetivos generales como «Quiero hacer más ejercicio todos los días» son demasiado vagos. Intente establecer metas más concretas y medibles, como: «La próxima semana caminaré 30 minutos todos los días, sin importar el clima». Idealmente, también debería especificar una hora exacta y configurar una alarma para motivarse.

Establezca objetivos con un nivel de dificultad adecuado, ni demasiado fáciles ni demasiado difíciles
Es muy importante fijarse metas que se adapten a sus capacidades, que no sean ni demasiado exigentes ni demasiado simples.

Revise los objetivos que se ha fijado y pregúntese si son adecuados y alcanzables. Si la respuesta es afirmativa, ¡es perfecto! Saber que sus capacidades y motivación le permitirán cumplirlos hará que sea más fácil comenzar.

Anticipe los obstáculos
La vida está llena de imprevistos. Aunque es difícil anticiparlos, sea consciente de que su rutina de entrenamiento puede sufrir interrupciones, ya sea por una hospitalización inesperada o porque no se sienta bien. Por lo tanto, es importante tener un plan B para estas situaciones. En esos casos, intente seguir un programa de entrenamiento menos riguroso.

Autor: Susanne Schwengler, B.Sc.| Revisor: Dr. Christian Keinki

Fuentes:


Actividad física

¿Cómo puedo trabajar los abdominales después de una operación?

Tu equipo terapéutico te enseñará los primeros ejercicios que puedes hacer.

Los ejercicios que te explicamos a continuación te ayudarán a empezar, pero antes de empezar a entrenar debes consultarlo con tu equipo terapéutico.

Entrenamiento de la musculatura abdominal
Los músculos abdominales son importantes para sostener el cuerpo. Junto con los músculos lumbares, te estabilizan y participan en prácticamente todos los movimientos que haces.

Ejercicio 1: tensión isométrica
Para hacer ejercicios isométricos, no hace falta moverse. Para fortalecer la musculatura, basta con mantener una posición durante un rato. Túmbate boca arriba, con las piernas flexionadas, y levanta la pelvis. Mete la barriga hacia dentro y apoya la parte baja de la espalda, las lumbares, en el suelo. No debería quedar espacio entre las lumbares y el suelo. Mantén la espalda pegada al suelo. Al mantener esta posición, el abdomen se tensará. Mantén la tensión durante 20 segundos y repite el ejercicio diez veces.

Ejercicio 2: levantarse de la cama
Poco después de una operación, es importante evitar que la cicatriz se estire. Por eso, al levantarte de la cama, debes pasar de una posición tumbada a una posición sentada de una manera determinada. Túmbate boca arriba y flexiona las piernas. A continuación, gírate a un lado. Al hacerlo, presiona ligeramente la cicatriz con la mano que haya quedado más lejos de la cama al girarte. Con el codo que tienes apoyado en la cama, empújate hasta alcanzar la posición sentada y, al mismo tiempo, lleva las dos piernas fuera de la cama. Continúa estabilizando la herida con la otra mano. Por último, apoya bien los dos pies en el suelo.

Ejercicio 3: estabilizar el tronco
Siéntate con la espalda recta. Apoya los dos pies en el suelo, con las rodillas encima de los tobillos. Inclina el tronco hacia delante, mantén esta posición unos segundos y vuelve a la posición inicial. Haz este ejercicio despacio y repítelo diez veces. Asegúrate de mantener la espalda recta todo el rato.

Pídele al médico que te mande ir a fisioterapia. El equipo de fisioterapia puede enseñarte otros ejercicios que te servirán.

Author: Susanne  Schwengler, B.Sc | Reviewer: Dr. Christian Keinki

Fuentes:


Actividad física

Tres ejercicios para la incontinencia urinaria después de una operación de próstata

Estos ejercicios te ayudarán a empezar a entrenar.

Ejercicio 1: conoce la musculatura del suelo pélvico
Para familiarizarte con los músculos del suelo pélvico y sus funciones, al orinar intenta cortar brevemente el chorro urinario. Pero no lo hagas muchas veces; hacerlo en exceso puede ser perjudicial.

Otra manera de conocer mejor estos músculos es tumbarte boca arriba con las piernas flexionadas y separadas a la altura de las caderas. Coloca una mano sobre el pubis y apoya los pies planos sobre el suelo. Mantén esta posición 10 segundos respirando normal. Repite este ejercicio diez veces.

Ejercicio 2: tensa los músculos
Cuando ya sepas dónde están los músculos del suelo pélvico, puedes empezar a tensarlos y relajarlos. Primero de todo, localiza las tuberosidades isquiáticas, que son los huesos sobre los que te sientas, Siéntate sobre las manos en una silla, con la espalda recta.

A continuación, junta estos dos huesos e imagina que te estás aguantando el pis como si tuvieras la vejiga llena. Repite este ejercicio diez veces.

Ejercicio 3: fortalece la musculatura del suelo pélvico
Túmbate boca arriba, con las piernas flexionadas y separadas a la altura de las caderas. Apoya los pies en el suelo y aprieta los músculos del suelo pélvico. Levanta el culo en el aire elevando la parte baja de la espalda sin dejar de apretar la musculatura del suelo pélvico. Apoya los brazos en el suelo, a ambos lados del cuerpo. Respira unas cuantas veces en esta posición y luego relájate y baja el cuerpo poco a poco, de la cabeza a los pies. Repite este ejercicio diez veces.

El equipo de fisioterapia puede enseñarte otros ejercicios y tratamientos. Y puedes pedirle una prescripción al médico.

Author: Susanne  Schwengler, B.Sc.| Reviewer: Dr. Christian Keinki

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